Hay distintos modelos interpretativos del fenómeno adictivo. Se trata de
diferentes posturas acerca de un fenómeno complejo, ninguna de las cuales ha
sido descartada ni tampoco aceptada por completo. En la actualidad conviven
diferentes elementos de cada uno de estos modelos.
El modelo ético-jurídico reconoce dos grandes grupos
de sustancias: las legales y las ilegales. La persona que utiliza estas últimas
está violando la ley, por lo cual es un criminal. Lo que prima aquí es la norma
y así surgen las asociaciones entre uso de drogas y “delito” y “vicio”. Este
modelo no tiene en cuenta los tratamientos sino que más bien obliga al
consumidor a sufrir las consecuencias de la ilegalidad, encerrándolo en la
cárcel y sometiéndolo por consiguiente a una abstinencia obligada. En cuanto a
la prevención, este modelo propone el control de la oferta y el efecto
disuasorio de la amenaza de sanción sobre la demanda. El modelo ético-jurídico
se consolidó a principios del siglo XX en los Estados Unidos.
El modelo médico-sanitario introduce la noción de
enfermedad. El usuario de drogas es un enfermo al que hay que aislar y
poner en cuarentena. El criterio con
que se define a las drogas es su toxicidad y se las caracteriza como “duras” y
“blandas”. Se introducen desde este modelo la preocupación por los factores y
poblaciones de riesgo (niños y jóvenes) y se busca identificar la contaminación
en el medio. Esto inscribe la acción de este modelo (que se consolidó en la
década de 1940) en el campo de la salud pública y orienta la prevención hacia
las consecuencias negativas del uso indebido de drogas, apelando al temor como
elemento fundamental.
El modelo psico-social cambia el eje del problema
llevándolo de la sustancia al individuo. Lo que importa es el “tipo de vínculo”
que se establece con la sustancia, clasificado en uso, abuso y adicción a
drogas. El modelo considera problemáticos los dos últimos tipos de vínculo. El
uso sin abuso estaría, relativamente, permitido. Este modelo, consolidado en
los años 60, piensa la adicción como un síntoma de una enfermedad de tipo
psicológico. La prevención se traslada del campo de la salud pública al campo
de la salud mental y los tratamientos, fundamentalmente psicoterapéuticos, no
buscan exclusivamente la eliminación del consumo. Se incluye el contexto en el
análisis, con especial énfasis en la familia y los grupos de pares.
El modelo socio-cultural. Aquí el análisis se sitúa
en el medio social más amplio, ya que sería la presión de factores
socioeconómicos y culturales de la sociedad lo que conduciría al uso indebido
de sustancias, que es un síntoma de una “patología social”. Este modelo comenzó
a tener vigencia en la década de 1970.
El modelo multidimensional. Platea que en cualquier
uso de drogas se produce una interacción entre tres sistemas: la sustancia como
elemento material, los procesos individuales del sujeto, y la organización
social. Desde esta perspectiva, los factores de riesgo no se relacionan con una
única variable.
El enfoque de reducción de daños y riesgos. La reducción de daños es,
básicamente, pensar que si un mal es imposible de evitar totalmente, no sirve
trabajar “como si” fuera a desaparecer: es mejor actuar en pos de minimizar los
efectos indeseables que puede causar. Por ejemplo, la adicción a drogas
inyectables tiene, por su tipo de administración, un enorme potencial adictivo
pero, además, el uso de jeringas trae aparejado otro tipo de enfermedades
provocadas por su mal uso. Una estrategia de reducción de daños, en este caso,
sería la de proporcionar jeringas esterilizadas para que las personas que se
drogan no contraigan otras enfermedades que complicarían más su situación.
Esto puede ser aplicado a los tratamientos, la mayor parte de los cuales
tienen como objetivo llevar el consumo de una persona a cero. Sin embargo, una
estrategia de reducción de daños considera como exitoso un tratamiento si, por
ejemplo, una persona que consumía todos los días, pasa a hacerlo una vez por
semana.
Últimamente se está pensando que la reducción de daños puede ser
aplicada también a la prevención.
En el cuadernillo Prevención del consumo problemático de drogas, desarrollado por el
Ministerio de Educación de la Nación y entregado en las escuelas de todo el
país, se puede encontrar un detalle de estos modelos que recomendamos leer
previamente, para obtener más información.
Mecanismos biológicos de la adicción
¿Cuál es la biología subyacente al fenómeno adictivo, al menos, en
humanos? Si bien la adicción no es una enfermedad biológica, evidentemente
algunas sustancias provocan algo sobre el organismo que, en algunas personas,
tienen el efecto de incentivarlas a consumir cada vez más. Para entender un
poco más por qué esto
ACTIVIDAD 1:
1- En base a lo leído y su opinión personal, propongan un concepto de adicción.
2- Identifiquen el modelo más adecuado para abordar el problema de las adicciones, justifiquen por qué lo consideran asi.
3- Busquen información sobre la tolerancia a las drogas, el período de abstinencia y los efectos de diferentes sustancias.
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